martes, 27 de diciembre de 2011

DE PASEO POR LAS CALLES

DE PASEO POR LAS CALLES

Cada uno lo hace a su manera, en unos lugares llega el Papá Noel, en otros los Reyes Magos, otras casas reciben a ambos, pero en todas las casas hay un esfuerzo por agradecer el cariño y arrancar una sonrisa a las personas más cercanas, no sólo a los niños. La inacabable crisis no impedirá que seamos capaces de poner un poco de ilusión. Sin embargo, por lo visto estos días, la ilusión no necesitará de grandes dispendios; se ve menos gente haciendo compras, se ven menos paquetes por las calles.
En todas las ciudades hay un denominador común, un elevado número de locales comerciales cerrados. Hace ya años que echo en falta el enorme escaparate que se llenaba de juguetes cada año en diciembre, en el que pegábamos la nariz para ver los trenes eléctricos o las pistas de coches, deseando que los Reyes Magos eligieran uno de esos para depositarlo junto a mis zapatillas. No sucedió nunca, pero no por ello dejó de ilusionarme la mañana del 6 de enero.
Este año me he propuesto buscar entre las tiendas del centro de la ciudad y del barrio, huyendo de los centros comerciales. No lo hago por evitar la aglomeración, lo hago por el gusto de pasear por las calles poniendo mi grano de arena en el bullicio, pero también porque soy un firme convencido de la necesidad de mantener el comercio local, de mantener la vida de las ciudades utilizando los comercios de barrio y las tiendas urbanas. Hace poco, en una ciudad encontré hasta catorce locales comerciales cerrados. Más de una docena de proyectos finalizados, muchas ilusiones frustradas, probablemente, docenas de puestos de trabajo extinguidos. Mientras tanto, a las afueras, todo está lleno de eso que llamamos “grandes superficies”, en los que encontramos de todo, ciertamente, menos el calor del trato personal y cercano que nos prestan las pequeñas tiendas de la ciudad. Una de las cosas que más me irritan es no poder ir al cine caminando.
El pequeño comercio le da vida a las ciudades, hace que el paseo por las calles sea agradable y se pueda producir el encuentro casual con algún amigo o familiar con quien compartir una taza de café o una caña. El comercio de la ciudad genera empleos y, lo que es importante, deja los beneficios en la ciudad, frente a los que obtienen las multinacionales que, además, condicionan los precios y limitan la competencia. Ayudar al comercio de nuestra ciudad es enriquecer la ciudad, es mantener el gusto por el paseo tranquilo, es mantener el empleo. Por eso es necesario regular los horarios, porque el pequeño comercio no puede mantenerse abierto horas y horas cada día de la semana.

ENRIQUE GONZÁLEZ FERNÁNDEZ

Diario Jaén 26 de diciembre de 2011

jueves, 8 de diciembre de 2011

Vuelta a Granada

De nuevo en el sur, Granada, ciudad mágica, llena de rincones en los que la historia se te aparece; recuerdo el Arco de Elvira, lugar especial que me hacía evocar cada vez que lo cruzaba, la entrada y salida de la ciudad árabe.
Granada, en la que crecí, en la que concí personas especiales, personas de interés, en la que la vida fluye en cada esquina, mezclando la Andalucía moderna con la historia árabe.
Un lugar para perderse...
Y si quieres disfrutar, el paseo hacia La Alhambra por el Paseo de Los Tristes, la Cuesta de los Chinos, bajando luego por el bosque hasta Gomérez y Plana Nueva...

sábado, 3 de diciembre de 2011

Mirando hacia atrás

Esta mañana paseaba por el centro de Oviedo; me llamó la atención que en una calle, absolutamente céntrica, se concentraban nueve locales comerciales cerrados, algunos se notaba que no hacía mucho habían cerrado.
Casualmente, en la tarde, leyendo La Nueva España, en la Hemeroteca de 25 años mencionaba unas declaraciones del entonces Presidente del Principado, Pedro De Silva, en las que decía que no se debía favorecer desde la Administración la instalación de más superficies comerciales. Desde entonces acá...Parque Principado, Parque Astur, Caudalia, Calatrava...largo etcétera. me pregunté entonces si el cierre de locales comerciales en la ciudad tendría algo que ver con aquella idea del Presidente.
Me viene también a la mente la ausencia de cines en el centro de las ciudades.
Hemos trasladado una parte del ocio desde la ciudad al extrarradio, hemos trasladado la riqueza que generaba el pequeño comercio local y ahora le entregamos nuestros dineros a las multinacionales.
y minutos después recordé que el entonces Presidente defendía un proyecto de AVE, de ancho internacional, articulando el Cantábrico, hasta Francia...pero nos pareció más necesario llegar a Madrid antes...ahora ni uno ni otro...
Deberíamos aprender de la historia

DESPUÉS DEL DÍA DESPUÉS

Pasados los primeros momentos tras las elecciones generales del 20N, después de lágrimas de alegría y de tristeza, ya se sabe, la cosa va por barrios, vuelve la normalidad más absoluta. Quienes pensaron que el 21N el mundo sería diferente, habrán comprobado que todo sigue igual, las amenazas financieras son las mismas y la incertidumbre sigue instalada entre nosotros.
Hay quienes han sacado más representantes que nadie. Han ganado, por tanto. Pero el análisis frío de los datos plantea la duda sobre si ha sido así, o han perdido otros. Porque cuando el partido del Gobierno pierde 4 millones de votantes, un 30% de los logrados en 2008, lo que se ha producido es la sentencia ciudadana sobre un fracaso clamoroso. Un fracaso definido por cuatro expectativas truncadas.
La primera, la imparable y dramática ascensión del desempleo, que muestra ya claros signos de exclusión social. Se lo ilustraré con un ejemplo real y muy reciente, al tener conocimiento directo de la situación de una familia con dos hijos, residentes en el medio rural que, al presentarse un nuevo embarazo, han salido del pueblo temporalmente para ocultar la gestación y, tras el parto, han entregado al niño en adopción por no poder mantenerlo. Imposible encontrar mayor impacto social.
La segunda, el fracaso de eso que se llamó Republicanismo, que alimentaba las ideas de los dirigentes de entonces, que pretendía abrir nuevos cauces de participación de la sociedad, pero que ha terminado con el movimiento de los “indignados”, con un enorme rechazo hacia la función pública y política, alcanzando ya a instituciones que hasta ahora habían permanecido entre las más valoradas.
La tercera, la insuficiencia en el alcance real de la ley que regula la atención a las personas en situación de dependencia, que ha quedado lejos de las expectativas en cuanto a cobertura de prestaciones y en generación de nuevos empleos, muchos menos de los esperados y en condiciones precarias, que se ha movido en el terreno de la confusión administrativa y presupuestaria entre la Administración Central y las Administraciones Territoriales.
La cuarta, el avance nulo, algunos hablan de retroceso, en la idea de la separación entre el Estado y la Iglesia, un asunto que tiene más influencia de lo que parece en la vida diaria, especialmente en algunos ámbitos, como las Instituciones o la educación.
El resultado electoral no muestra que hayan cambiado las expectativas de los ciudadanos, al contrario, muestra su permanencia en el ánimo de la sociedad y el rechazo a la incompetencia gubernamental en esos temas. Conviene que el nuevo Gobierno no olvide estas expectativas. Mientras tanto, y antes del nuevo periodo de las chacinas, será mejor darse un paseo por la Ruta de La Tapa.

ENRIQUE GONZÁLEZ FERNÁNDEZ